martes, 14 de julio de 2009


Estábamos en Budapest, en el concierto de Lacrimosa

Por fin llegó la hora y, sin hacer más introducción que aparecer en silencio en el escenario, bajo una luz tenebrosa, Tilo Wolff, con su voz de lija, y Anne Nurmi, en su papel de belleza helada, abrieron con Copycat: Come a little bit closer / And hear what I've got to say / Burning words of anger / Of hate and desperation.
Como si Draga despertara de un sueño, como si todo el tiempo anterior hubiera estado dormida, la vi cargarse de energía. No era sólo que la música la poseyera, sino que la combinación entre la música y la noche la volvían a la vida; una vida que estaba dentro de ella de manera latente. Draga era otra y bailaba junto a mí agitando arriba y abajo su cabellera negra. Se veía verdaderamente preciosa. Creo que me quedé viéndola como tonto durante una eternidad.

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